Así titulaba el pasado 20 de agosto El Comercio la entrevista que han realizado sobre el cole:
Lo primero que llama la atención al traspasar la puerta del chalet de 600 metros cuadrados repartidos en tres plantas y reconvertido en el nuevo colegio Andolina en Cefontes, Cabueñes, tras el Botánico, es que hay que descalzarse. «Los niños están más cómodos y, además, suelen venir con los zapatos embarrados de estar por fuera, así que es más mucho limpio».
Aquí tenéis el enlace con la noticia: A la escuela con los pies descalzos
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.