La “Comunicación Integrada” es una práctica fundada en el trabajo de Marshall Rosenberg, conocida con el nombre de Comunicación No Violenta. La defino como práctica en lugar de técnica porque justamente de esto se trata: de practicar una forma de posicionarnos respecto a los acontecimientos de la vida con la intención de tomar conciencia de nuestras percepciones, integrarlas y comunicarlas de una manera que hace más probable la conexión con los demás.

logopequeAunque el nombre se refiere principalmente al acto de comunicar, para mí, mucho del trabajo se hace antes de hablar, tras la mente y el corazón. La otra razón para definirla como práctica y no técnica es porque la palabra técnica se enfoca más en una estrategia para conseguir un resultado concreto y previsible. Una práctica, en cambio, es algo que tiene un valor intrínseco, se hace “por hacerla”, porque en el hacer ya encontramos sentido y revelación. Si pudiésemos hablar de un resultado concreto, sería estar más en sintonía con la energía de la vida y consecuentemente con aquello que facilita, enriquece y armoniza las relaciones, con nosotros mismos y con los demás. La práctica de la Comunicación Integrada tiene pasos concretos y muy prácticos y propone invitarnos a explorar otros paradigmas en nuestro constante esfuerzo de entender la realidad y definirla.

Uno de estos pasos es empezar a tomar conciencia de que hay una diferencia profunda y muy importante entre lo que percibimos, o sea, la supuesta realidad, y nuestras interpretaciones de ella. Muchas veces el paso entre percibir e interpretar es tan rápido que ni nos damos cuenta, pero un síntoma muy claro de que estamos interpretando son los juicios. Cuando definimos algo como “bueno”, “malo”, “apropiado”, “ridículo” o cualquier otra cosa, estamos hablando más sobre nosotros y nuestras interpretaciones que sobre lo que ha pasado. Esto se ve claramente cuando nuestros juicios sobre algo son muy diferentes de los de otra persona…si estuviéramos describiendo la realidad tal como es, no podríamos no estar de acuerdo….

stock-vector-abstract-tree-vector-illustration-113785594Un descubrimiento muy valioso que la Comunicación Integrada nos aporta son las Necesidades. En este contexto, las necesidades son las formas con las cuales la vida misma intenta conseguir su máximo desarrollo a través de los seres vivos. Compartimos algunas de nuestras necesidades con las plantas y los animales, y otras parecen ser propiamente humanas. Las necesidades no son cosas ni acciones, son algo más universal, como: el cuidado, la amistad, nutrición, seguridad, autonomía etc. Algunas necesidades están conectadas con nuestra parte física, otras con nuestra parte emocional, espiritual, social etc. Todos los seres humanos tenemos estas necesidades, aunque en diferentes grados de intensidad y en diferentes momentos de la vida. Tomar conciencia de nuestras necesidades y de las de los demás, nos permite conectar con algo común, empatizar y crear un vínculo de respeto.

Otra parte que la Comunicación Integrada nos invita a explorar son nuestras emociones. Lo interesante aquí es entender las emociones como un sistema de avisos que nos indica si nuestras necesidades están satisfechas o no. Normalmente sentimos emociones desagradables cuando una o más necesidades no están satisfechas, en cambio las sensaciones agradables manifiestan el hecho de que una o más de nuestras necesidades están satisfechas. De esta manera, las emociones se convierten en algo muy útil para llegar a entender el kit de la cuestión, y así, no perdernos en ellas. Literalmente, lo que siempre está en el centro de cualquier acontecimiento humano son las necesidades, así como todas las acciones y estrategias que usamos para intentar satisfacerlas.

Otra parte muy importante de esta práctica es la capacidad de articular con claridad: qué es lo que nos gustaría y pedirlo sin miedo. Este paso muchas veces nos bloquea, mejor dicho, es el miedo al rechazo o pensar que “no merecemos algo”, lo que nos impide pedir aquello que podría enriquecer nuestra vida. En cambio, estamos más acostumbrados a pedirlo, de forma más o menos clara, a través de frases como; “Es mi derecho tener…”, “Si me quisieras de verdad…”, “Si no me das x yo no te daré y”. Con la Comunicación Integrada empezamos a tomar conciencia de nuestra manera de enfrentarnos a la vida, y dirigimos nuestra intención por caminos más amplios, sinceros, quizás más vulnerables, con el propósito de conectar auténticamente con nosotros y con las personas que están en nuestra vida. Con esta experiencia nos servimos de las energías de empatía y compasión que alberga nuestro corazón para conectar profundamente con todo aquello que encontramos en nuestra vida.

En resumen, esta práctica facilita la integración de todas las partes del ser humano: las necesidades, percepciones, sentimientos y anhelos para crear relaciones que puedan sustentar la vida en sus manifestaciones más bellas, creativas y armoniosas.

TATIANA SIBILIA

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