Andolina se apoya en tres pilares: ​niños/as, familias y equipo docente​.

Los tres vértices son imprescindibles y aunque cada uno tiene una función,  convivimos y trabajamos de forma conjunta y coordinada. Todos participamos en el cole creando un ambiente y relación de cuidado mutuo.

Los niños son el centro de nuestro trabajo y los que marcan el ritmo del proyecto.

Las familias son partícipes del proceso de desarrollo de sus hijos/as también en el cole, como continuación de la vida familiar. Las madres y padres han creado el cole y lo mantienen día a día. Además ,durante la  jornada escolar las familias realizan visitas y proponen actividades.  Existe un apoyo mutuo entre familias y acompañantes , con una comunicación  continua vía mail, reuniones individuales, grupales…

La labor de los/las adultos/as en la  escuela es la de acompañar. Acompañan a los niños/as física, emocional y cognitivamente, asistiendo a su desarrollo sin expectativas u  objetivos preconcebidos. Los niños son los que guían su propio aprendizaje desde su pulsión interior.  Así, los acompañantes basan su intervención en el respeto y la no interferencia. Siempre que es posible se mantienen en un segundo plano respecto a los niños/as, pero prestándoles una presencia cercana y segura. Siguen y apoyan a los niños/as en su camino, ofreciéndoles ayuda o asistencia cuando la necesitan, sin adelantarse a sus necesidades.

Para que los niños/as se sientan seguros y cómodos para seguir ese camino propio y dedicar su tiempo y energía a desarrollarse por sí mismos, es necesario que los adultos creen unos límites claros y velen por su cumplimiento. Marcan estos límites de forma firme y serena, desde el respeto y el cariño, acompañándoles en su frustración y proporcionando un espacio seguro para el desahogo si lo necesitan.

Una tarea importante del acompañamiento como profes es la observación. Utilizan hojas de registro para anotar lo que cada niño/a hace en los diferentes espacios y momentos. Esta observación cualitativa, lejos de juzgar o valorar el trabajo de los niños/as, sirve para  saber en qué momento de su proceso de desarrollo se encuentran y detectar posibles dificultades o necesidades no cubiertas.