Entrevista a Familia: Harry y Eva
“Algunos de nuestros amigos fueron a escuelas alternativas y son personas que destacan en lo que hacen”
Eva Ziolkowska-Ledwith (Polonia) y Harry Ledwith (Reino Unido) llevan viviendo en Asturias más de dos años. Él es profesor y ella médico y tienen dos hijos: Mickey, de dieciséis meses, y Sam que se ha incorporado a primero de infantil en el Colegio Andolina este curso 2019-2020.
- ¿Por qué elegisteis este colegio?
Eva: “No me gusta mucho la educación tradicional, recuerdo lo mucho que me aburría de pequeña en el colegio… Harry tiene algunos amigos ingleses y alemanes que fueron a escuelas Waldorf y son personas de éxito, seguras de sí mismas, gente creativa. Ese fue precisamente mi primer contacto con la educación alternativa, empecé a interesarme en el tema. Algunos hijos de sus amigos van a este tipo de escuelas en Gales y cuando nos vemos les pregunto qué hacen los niños en esas escuelas, cómo funcionan…”
Harry: “Sí, mis amigos son bastante emprendedores, si tienen una idea o proyecto lo ponen en marcha. No son arrogantes sino que ven oportunidades donde la gente ve problemas. Uno de ellos, alemán, es un reputado artista de Gales, expone por ejemplo en la galería nacional; otro es cámara, trabaja por toda Europa, acaba de escribir un libro de cocina también…
Eva: “Es curioso porque al principio yo me preguntaba por qué sus amigos eran así y Harry siempre atribuía su manera de ser al tipo de colegio en el que habían estado, era la razón de todo” (ríe)
- ¿Hay muchos colegios de esas características en Reino Unido?
Harry: No los hay en todas las regiones pero bueno hay unos cuantos.
Eva: En Reino Unido hay cierta tradición, hay adultos que fueron a ese tipo de centros, lo cual te permite tener referencias del resultado.
- Centrándonos en el Colegio Andolina, ¿qué os gusta del centro?
Harry: “Nuestro hijo entró aquí con menos de tres años; la zona exterior, con el jardín y los árboles es desde luego uno de sus fuertes. Yo trabajo en un colegio internacional en Asturias y podría haber ido allí pero la zona de juego es como en la mayoría de los sitios, de cemento. Por otra parte, la jornada en muchos centros es muy larga y para un niño pequeño no nos convencía.
Eva: “Como mencioné antes a mí la educación tradicional no me convencía. Y eso de que, por ejemplo, a los niños no les cambien el pañal cuando empiezan tan pequeñitos o que estén mucho tiempo sentados no me gusta. Pensé: “quiero otra cosa para él” y puse en Google ‘educación alternativa Asturias’ y encontré Andolina. Visitamos el colegio varias veces y nos decidimos. No vimos ningún centro más.
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