El exterior es un espacio imprescindible para cubrir las necesidades más básicas de desarrollo.

Es el lugar para correr, saltar, gritar, trepar o experimentar con elementos naturales. Tenemos zona de escalada, columpios, areneros, mesa de agua y hasta una casa en un árbol. Existe también una zona dedicada al deporte.

Jardín | Casa del árbol | CarpinteríaHuertaZona de deporte

El jardín de Andolina

Es todo un privilegio que nuestro cole se encuentre en uno de los entornos naturales más bonitos del entorno de Gijón. Por eso nuestro jardín es un gran prado con hierba, árboles y plantas. Aquí pisamos hojas, descubrimos el barro, respiramos aire fresco y hasta vemos las montañas.

Casa del árbol

¿Quién no ha querido alguna vez construir una casa en un árbol? Aquí hemos levantado una gracias a la implicación de las familias cooperativistas y el ímpetu constructor de niños y niñas.  Nos armamos de tablas, niveles y martillos. Aprendimos a hacer cemento, a tomar medidas… ¿Qué os parece el resultado?

El arenero

El arenero es un lugar de juego e investigación. Con la arena se puede construir, vaciar y llenar recipientes, moldear formas, letras, números… Son actividades muy entretenidas que contribuyen al desarrollo sensorial y psicomotor.

Carpintería

La carpintería es, sin duda, uno de los espacios más especiales de Andolina. Conociendo este oficio ancestral, niños y niñas no sólo construyen y trabajan en equipo. Sin saberlo, también desarrollan la psicomotricidad y generan importantes conexiones neuronales.

Huerta

El objetivo principal de este espacio es disfrutar y respetar el trabajo de la tierra. Cavamos, abonamos, sembramos y recolectamos. Tenemos semilleros de temporada que cuidamos a diario, regando y trasplantando cuando es necesario. El cuidado de las herramientas también es una parte importante, así como la observación de plantas, árboles y bichitos que viven en nuestro cole.

Zona de deporte

Tenemos canasta de baloncesto, una zona específica para jugar al fútbol y hasta área de hockey en el gimnasio. Eso sí, acompañantes y peques establecen las normas para disfrutar siempre desde el respeto.