Basamos nuestro método en las líneas pedagógicas más innovadoras y respetuosas: desde la Institución Libre de Enseñanza hasta Montessori, Freinet, Reggio Emilia, Pestalozzi o Rebeca y Mauricio Wild.


La función del equipo pedagógico es, ante todo, observar y acompañar. Así, desde la escucha y el respeto, sus integrantes garantizan el bienestar físico y emocional de cada peque. Y por supuesto, asisten siempre en los procesos de aprendizaje que se producen de forma natural y espontánea.

Porque, en efecto, esperamos a que se produzcan. Sabemos que este método funciona. De ahí que en Andolina confiemos plenamente en los ritmos y capacidades de cada niño y cada niña, sin generar expectativas, sin presión. Comprobamos cada día que es así, a partir de sus propias motivaciones e inquietudes, como crecen con autonomía, iniciativa y espíritu crítico.

Pero para conseguirlo también hay que atender la dimensión emocional de cada ser. Por eso en los conflictos y otras situaciones cotidianas, les ayudamos a identificar emociones, para que aprendan a gestionar la felicidad, la tristeza, el enfado, la frustración…

Este alto grado de atención y de escucha es posible en Andolina gracias a un doble compromiso: por un lado, el de un formidable equipo de acompañantes que se mantiene fiel a la línea pedagógica con que se fundó el colegio; y por otro, el de las familias cooperativistas, que velan porque exista una relación fluida que ayude a actuar de forma coordinada y coherente.

De esta forma, Andolina ha desarrollado una metodología propia a partir de líneas pedagógicas como los periodos de desarrollo cognitivo de Piaget; las experiencias de Rebeca y Mauricio Wild en el colegio Pestalozzi; las técnicas y el tanteo experimental de Freinet; los espacios y materiales estructurados de Maria Montessori; o la Pedagogía Sistémica, que fortalece el vínculo entre docentes, alumnado y la familias.