El pasado día 2, tuvimos el lujo y el placer de hacer un taller de
Escucha Activa con Isabel Fuster. Isabel es una terapeuta con una
amplia formación en psicología junguiana, análisis transaccional,
constelaciones familiares…que aprovecha cualquier herramienta útil
para ayudar a las personas que la consultan y lo hace con una cariñosa
firmeza y una profundidad que resultan muy movilizadoras.
Para empezar, se creó un ambiente grupal cálido y respetuoso, que
favoreció que las personas que hicimos el taller pudiésemos compartir
nuestras dudas o simplemente escuchar a los demás. Que de éso se
trataba. De escuchar activamente. Pudimos ver que la escucha activa es
como un «paréntesis en la vida» (como dijo una de las asistentes).
Estar ahí para escuchar al otro, rompiendo esquemas previos sobre la
otra persona, sin juicios, sin objetivos tampoco…y pudiendo dar un
feedback, sobre todo emocional, para que la otra persona pueda
sentirse escuchada e irse escuchando a sí misma. Este enfoque da por
sentado que la persona sabe más de sí misma que cualquier otra persona
y por ello siendo escuchada, es ella misma la que va encontrando su
propio camino…
El taller me dejó con ganas de más y como la sensación de que se
habían abierto puertecitas con tesoros escondidos para seguir
explorando. Me sentí muy agradecida a Isabel y a todas las personas
que compartieron sus inquietudes. Y ahora nos queda, entre otras
cosas, el empezar o el seguir practicando la escucha activa y ver lo
qué pasa…¡Ya veréis cuántos regalos aparecen!
Un comentario
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Estoy de acuerdo de la importancia que tiene la escucha activa y me parecen interesantes los talleres,soy docente y la tengo en pràctica con mis estudiantes como estrategia de aprendizaje.