Hemos ido aprendiendo durante los años que podemos comunicarnos con la mirada y con los gestos. Nos acompañamos y nos ayudamos a expresar a los demás y resolver conflictos mediante la escucha activa.

Es importante escuchar poniendo la atención en el Tú, relegando a un segundo plano el Yo. Acompañando a la persona sin juzgar, adivinar o aconsejar. La escucha activa se basa en conectar con otro estado de ánimo y reflejarlo con respeto, ajustándonos a nuestra esencia y autenticidad pero sin intentar que éstas dominen el acto comunicativo.

En este taller, que celebramos el pasado día 18 de octubre en Andolina, Isabel Fuster  hizo sentirnos escuchados y comprendidos, nos enseñó a comunicarnos respetuosamente.

De una manera muy práctica y mediante el intercambio con otros participantes aceptamos nuestras diferencias, y aprendimos a expresarnos apropiadamente para que como adultos podamos ayudar a los niños a que ellos puedan expresar, identificar y resolver sus emociones. Escuchar desde los sentimientos, desde las emociones y no desde los actos.

Todos coincidimos en que nos faltó un poco de tiempo para profundizar aún más. Es muy enriquecedor escuchar a Isabel Fuster, por eso hemos decidido que el 14 de diciembre estará otra vez en Andolina para ver aún más ejemplos y ejercicios y poder actuar de la forma correcta desde las necesidades emocionales de los niños y los adultos.

Aquí os dejamos una foto de los momentos que pasamos, y en breve os iremos informando del próximo taller de diciembre.